En Islandia, la mujer de un hombre llamado Ernesto, volvía a asomarse a la ventana. Ernesto e Inés eran españoles. Visitaban la isla todos los años desde hacía más de veinte años y
Fuente: sang hwa leeArgentina: van a obrarte perdón,prometido.En la morada gris de un delincuentesurgen aciertos de sus acertijos,soplan novedad y vientos prolijosofrecen líquido como excedente.El soneto pírrico descuidadoencuentra a Don Borges desprevenido,juega a