LA NO CONCEPCIÓN DE LA INCÓGNITA, LA ESCASEZ DE MIRAS Y LA DESPEDIDA ATEMPERADA

fuente imagen: Recreo viral


No concibo.
No concibo el alcance del deshielo.
Aun suplicándome
las pautas a seguir,
el camino mostrado
o el estruendo del informe directo...
no lo concibo.

Si debo dar mi brazo a torcer
busco compensación.
Un bolsillo a medio llenar ajado por el minutero
vacilante del 'superyo'
mientras filtra el tiempo convertido en arena.

No concibo ser yo.
El puesto del superintendente quedó liberado
a fin de contener las lágrimas.
Pero no.
No concibo ocupar tu puesto
no concibo la despedida atemperada
amante suave de la palabra correcta.

Repites las notas
distribuyendo al aire las partes dulces del pastel
correspondiendo a aquellos que suplican
y,
desplomando la razón,
la verdad;
no lo concibo.

No concibo superación alguna del punto exacto del muestreo
no concibo la incredulidad como
moneda de intercambio de valores
no.

Desde aquí
todo sigue siendo un hilo de equilibrio indescifrable.

Si quieres superar el vértigo,
si aceptas el consejo,
asume el triaje como la única vía de concebir la pura vida como
un completo desconcierto;
un absoluto e inestimable fluctuar de la incógnita
descifradora del mundo,
amante inesperada del paso por el templo.


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2 comentarios

  1. He tenido que buscar triaje, trillaje o cribado, que me sonaba a algo médico, (triatge, en Mallorca).
    Por lo demás, yo tampoco concibo ser yo.

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    1. No me extraña. Estamos hasta arriba de pócimas y nuestra concepción del yo se torna en interconexiones de un exocerebro ganador que sabe muy bien quién es... jajaja. Un abrazo, ¡¡¡Magnolius!!!

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