Revivo el tono blanco
como la primera vez que insistieron en mostrármelo.
Veo en su desgranado todo
un cúmulo de propiedades desaprovechadas.
No culpo al margen de la ley
de la limitada orilla superpuesta en su sombra
ni acompaño a los seguidores del Khan
a la puerta.
Fuente: prop-ia |
Ellos saben dónde está la salida.
(Si esperan agradecimientos
el pulpo distorsionará el tiempo
para ofrecerles la tuerca de oro y satén).
A veces deslumbra,
el color blanco
digo.
Otras, sin juicio previo
la espera por su ausencia
supone el extremo opuesto de la complejidad.
Rememoro
otro escape por camuflaje,
otra malla blanca que transpira
como propiedad extra a la invisibilidad y a la impaciencia.
Atravieso el asfalto,
invoco,
e(l)(r)ijo la resurrección de la carne
por esa brecha inconclusa
del espacio adquirido en subasta pública.
Retomo el ciclo,
retomo el tono del tecnicismo animista
perfecto para tu amnistía del espectro lumínico.
Como la tormenta perfecta es
irresistible a la espera.
Reavivo el blanco, perdóname que insista,
como ese cúmulo de propiedades desaprovechadas
por momentos, ofensivo,
por algún tiempo, ilimitado.
Aunque levantes la voz para clamar,
reavivaré el fuego hacia donde nos lleve esa luz
descubierta tras la cueva platónica
de ese pro(n)todescifrable
ignorante
supino,
cúbico,
lenguaje del deslumbra-miento.