EL VERANO QUE ACABA EN CINCO
![]() |
Fuente imagen: pinterest |
Empieza un verano descatalogado de los trípticos que ofertan sol, playa y vistas al infinito en el chiringuito. Este año, cuentan los expertos, la lluvia copará nuestro interés descontando, de facto, el sueño arancelario americano de una noche, aunque la inconsistencia nos muestre el día más brillante y el futuro de hoy se posicione en cualquier estación.
Acortando las distancias, y solo porque lo necesitas, este año cuento cinco y cuento veinte, porque se trata de contar. No sé si os habíais dado cuenta de que me pregunto sobre el interés anterior a la atención y qué me encontraré en ese puente porque nunca me gustó el parchís.
Aída dice que no me preocupe, que no indague, que me quede tras la frontera del saber. Porque el ser, el estar y el parecer se desvanecen en su estadio copulativo. ¿Para qué preocuparse?, insiste Aída. Esta gran desconocida emerge sin avisar de alguna cloaca al caer la tarde. Elige sentarse en una hamaca ofertada por los desposeídos de alma, para resolver las dudas de quienes osan prevenir un intercambio monetario suficiente. Su única condición: el camuflaje con el blanco de la pared encalada por deudas, bonos y obligaciones del ban(d)(c)o mun(icip)(di)al.
Mientras, en la orilla del mar, rompen tímidas unas olas a 26 grados celsius.
-Uno, dos, tres, cuatro y cinco-cuentan los bañistas en alerta máxima por la ausencia de hielo en las neveras de última generación. Insisten, indignados y a coro, como en Be my Baby ,que el número final era el 8,8 y aquí no ha llegado el sonido de la restauración sincronizada de la perfección.
![]() |
Fuente imagen: pinterest |
Empieza un verano (este año) en el que, la sombrerera, de nobleza obligada, solicita su parcela reflexiva (y con sombrilla) en la arena de un rin que perpetúa el eterno debate sobre las sombras extensibles de la correlación, las causalidades, sus efectos y la vida anterior a la atención. Aída, por supuesto, se acaba de abrir una lata de cerveza tostada para celebrarlo, porque cualquier excusa es buena para celebrar el reflejo en el agua de un ser empeñado.
Mientras, tumbados en la otra arena, los bañistas encantados con la lluvia, recogen las hojas mojadas del último bestseller en papel.
-Uno, dos tres, cuatro y cinco-cantan los ilustrados, conjuntando sus rayas con lunares blancos- Insisten, extrañados y a coro, como en The Passenger, que lo tengo demasiado fácil:
-¡Jugar con ventaja es tu vicio! Un, dos tres, cuatro y cinco ¡Juegas con ventaja y das un brinco! Uno-dos-tres-cuatro y cinco...y la la la...
![]() |
Fuente imagen: pinterest |
----
Artículo mejorado según la IA
Empieza un verano descatalogado de los trípticos que ofertan sol, playa y vistas al infinito en el chiringuito. Este año, cuentan los expertos, la lluvia copará nuestro interés, descontando de facto el sueño arancelario americano de una noche, aunque la inconsistencia nos muestre el día más brillante y el futuro de hoy se posicione en cualquier estación.
Acortando las distancias, y solo porque lo necesitas, este año cuento cinco y cuento veinte, porque se trata de contar. No sé si os habíais dado cuenta de que me pregunto sobre el interés anterior a la atención y qué me encontraré en ese puente, porque nunca me gustó el parchís.
Aída dice que no me preocupe, que no indague, que me quede tras la frontera del saber. Porque el ser, el haber y el parecer se desvanecen en su estadio copulativo. «¿Para qué preocuparse?», insiste Aída. Esta gran desconocida emerge sin avisar de alguna cloaca al caer la tarde. Elige sentarse en una hamaca ofertada por los desposeídos de alma, para resolver las dudas de quienes osan prevenir un intercambio monetario suficiente. Su única condición: el camuflaje con el blanco de la pared encalada por deudas, bonos y obligaciones del banco municipal.
Mientras, en la orilla del mar, rompen tímidas unas olas a 26 grados centígrados.
—Uno, dos, tres, cuatro y cinco —cuentan los bañistas en alerta máxima por la ausencia de hielo en las neveras de última generación. Insisten, indignados y a coro, como en «Be My Baby», que el número final era el 8,8, y aquí no ha llegado el sonido de la restauración sincronizada de la perfección.
Empieza un verano (este año) en el que la sombrerera, de nobleza obligada, solicita su parcela reflexiva y con sombrilla en la arena de un rincón que perpetúa el eterno debate sobre las sombras extensibles de la correlación, las causalidades, sus efectos y la vida anterior a la atención. Aída, por supuesto, se acaba de abrir una lata de cerveza tostada para celebrarlo, porque cualquier excusa es buena para celebrar el reflejo en el agua de un ser empeñado.
Mientras, tumbados en la otra arena, los bañistas encantados con la lluvia recogen las hojas mojadas del último bestseller en papel.
—Uno, dos, tres, cuatro y cinco —cantan los ilustrados, conjuntando sus rayas con lunares blancos—. Insisten, extrañados y a coro, como en «The Passenger», que lo tengo demasiado fácil:
—¡Jugar con ventaja es tu vicio! Un, dos, tres, cuatro y cinco. ¡Juegas con ventaja y das un brinco! Uno, dos, tres, cuatro y cinco... y la, la, la...
----
IN ENGLISH PLEASE
A summer begins that has been removed from the brochures advertising sun, beach, and infinite views at the beachside shack. This year, experts say, rain will capture our attention, effectively canceling the American tariff dream of a single night, even if inconsistency shows us the brightest day and today’s future positions itself in any season.
Shortening the distances—and only because you need it—this year I count to five, and I count to twenty, because it's about counting. I don’t know if you’ve noticed, but I wonder about the interest that precedes attention, and what I’ll find on that bridge, since I never liked Parcheesi.
Aída says not to worry, not to pry, to stay behind the frontier of knowledge. Because being, having, and seeming vanish in their copulative stage. “What’s the point of worrying?” Aída insists. This great unknown emerges without warning from some sewer as evening falls. She chooses to sit in a hammock offered by those dispossessed of soul, to resolve the doubts of those daring enough to anticipate a sufficient monetary exchange. Her only condition: camouflage with the white of the wall, lime-washed by debts, bonds, and obligations from the municipal bank.
Meanwhile, on the shore, timid waves break at 26 degrees Celsius.
“One, two, three, four, five,” the swimmers count, on high alert due to the absence of ice in the latest-generation coolers. They insist, outraged and in unison, like in “Be My Baby,” that the final number was 8.8, and here the sound of synchronized perfection-restoration has yet to arrive.
A summer begins (this year) in which the hat rack, by noble obligation, requests its reflective plot with an umbrella on the sand of a corner that perpetuates the eternal debate over the extensible shadows of correlation, causality, their effects, and life before attention. Aída, of course, has just opened a can of toasted beer to celebrate, because any excuse is good enough to toast the reflection in the water of a being pledged.
Meanwhile, lying on the other stretch of sand, the delighted bathers collect the wet pages of the last bestseller in print.
“One, two, three, four, five,” sing the enlightened ones, matching their stripes with white polka dots. They insist, puzzled and in chorus, like in “The Passenger,” that I’ve got it too easy:
“Playing with an advantage is your vice! One, two, three, four, five. You play with an edge and take a leap! One, two, three, four, five… la, la, la…”
---
一个夏天开始了,它已从那些宣传阳光、海滩和海滩小屋无限美景的三折宣传册中被剔除。今年,专家们说,雨水将占据我们的关注,事实上取消了美国人对一夜关税梦的期待,尽管这种矛盾让我们看到最明亮的一天,而今天的未来却可能在任何季节中定格。
缩短距离——只是因为你需要——今年我数到五,我也数到二十,因为这关乎计数本身。我不知道你们是否注意到,我在思考那种先于注意力的兴趣,以及我在那座桥上会遇见什么,因为我从来就不喜欢"帕奇西"棋盘游戏。
艾达说不要担心,不要探究,要停留在知识的边界之后。因为存在、拥有和表象在它们的结合阶段都会消散。"担心什么呢?"艾达坚持道。这位神秘的陌生人会在黄昏降临时突然从某个下水道中出现。她选择坐在那些失去灵魂者提供的吊床上,为那些敢于预见足够货币交换的人解答疑惑。她唯一的条件是:与那些被债务、债券和市政银行义务粉刷成白色的墙壁融为一体。
与此同时,在海边,羞涩的海浪在26摄氏度的温度中轻柔地拍打着。
"一、二、三、四、五",游泳者们数着,因为最新一代冰箱里没有冰块而高度警觉。他们愤怒地、齐声地坚持着,就像《Be My Baby》那首歌一样,认为最终的数字应该是8.8,但这里还没有响起那种完美同步恢复的声音。
今年夏天开始了,在这个帽架因贵族义务而要求其反思性的一隅之地,打着遮阳伞坐在沙地上,永远延续着关于相关性可扩展阴影、因果关系、其效应以及注意力之前的生活的永恒辩论。当然,艾达刚刚打开一罐烘烤啤酒来庆祝,因为任何借口都足以庆祝水面上一个执着存在的倒影。
与此同时,躺在另一片沙滩上,那些喜爱雨水的游泳者正在收集最新纸质畅销书的湿页。
"一、二、三、四、五",博学之士们唱着,将他们的条纹与白色圆点相配。他们困惑地、齐声地坚持着,就像《The Passenger》那首歌一样,说我太容易了:
"利用优势是你的恶习!一、二、三、四、五。你占尽优势还往上跳!一、二、三、四、五……啦,啦,啦……"
---
Начинается лето, исключённое из брошюр, рекламирующих солнце, пляж и бесконечные виды у пляжного барчика. В этом году, как говорят эксперты, дождь займёт наше внимание, автоматически отменив американскую тарифную мечту одной ночи, хотя непоследовательность показывает нам самый яркий день, а сегодняшнее будущее позиционирует себя в любом сезоне.
Сокращая расстояния — и только потому, что это необходимо — в этом году я считаю до пяти и считаю до двадцати, потому что речь идёт о счёте. Не знаю, обратили ли вы внимание, но я размышляю об интересе, предшествующем вниманию, и о том, что я найду на этом мосту, ведь мне никогда не нравились нарды.
Аида говорит, чтобы я не волновался, не исследовал, оставался за границей знания. Потому что бытие, обладание и кажимость исчезают на своей супружеской стадии. «Зачем переживать?» — настаивает Аида. Эта великая незнакомка появляется без предупреждения из какой-то канализации по мере наступления вечера. Она выбирает сиденье в гамаке, предложенном обездоленными душой, чтобы разрешить сомнения тех, кто осмеливается предвидеть достаточный денежный обмен. Её единственное условие: камуфляж с белым стены, побелённой долгами, облигациями и обязательствами муниципального банка.
Тем временем на берегу моря робкие волны разбиваются при 26 градусах Цельсия.
«Один, два, три, четыре, пять» — считают купальщики в состоянии максимальной тревоги из-за отсутствия льда в холодильниках последнего поколения. Они настаивают, возмущённые и хором, как в «Be My Baby», что финальное число было 8,8, а здесь ещё не донёсся звук синхронизированного восстановления совершенства.
Начинается лето (в этом году), в котором шляпная дама, по благородному обязательству, требует своей рефлексивной площадки с зонтиком на песке одного угла, что вечно продолжает дебаты о расширяемых тенях корреляции, причинностях, их эффектах и жизни до внимания. Аида, конечно, только что открыла банку тостового пива, чтобы отметить это, потому что любой повод хорош для празднования отражения в воде заложенного существа.
Тем временем, лёжа на другом песке, очарованные купальщики собирают мокрые листья последнего бестселлера на бумаге.
«Один, два, три, четыре, пять» — поют просвещённые, сочетая свои полоски с белыми точками — настаивают, удивлённые и хором, как в «The Passenger», что мне слишком легко:
«Играть с преимуществом — твоя слабость! Один, два, три, четыре, пять. Ты играешь с перевесом и делаешь прыжок! Один, два, три, четыре, пять... ла, ла, ла...»
0 comentarios