mis capacidades cognitivas.
Deja que el camino lo haga la ciencia
buscando el cómo,
persiguiendo las migas de pan hasta
el cuento infinito y dulce

de la casa del inconsciente.

Deja de buscarle iniciativa propia al
resto de procesos básicos,
a los procedimientos habituales,
a los días en los que lo razonable pasó a ser
un apunte más en la hoja,
un segundo inquieto de dedicación exclusiva,
una totalidad acausal de ti y de mí,
una indagación filosofal de-generada.

Sitúate, contrapunto en mano...
Define bien el tacto sobre la piel que te espera
y haz realidad el working memory
(...si es que puedes).

Fluye analógicamente entre los litros de retrospecciones líquidas
que dejan de ser sociales y aceptables porque desembocan en
tu boca
y
procura
edulcorar-me el máximo consciente

hacia un entrenamiento
armamentístico de letras que sepan hacer 

de ti
alma consciente enaltecida,
cerebro suficiente como para abrir en canal
al uno y los otros
a lo tuyo y lo mío, lo nuestro,
tu ego y el otro
tu mismo tú, sin mí.

Fuente imagen: artisticmoods.com Autor: Julia Geiser