BRINDO, BRINDAS, BRINDAE

Fuente: dezeen.com
Fuente: dezeen.com


Brindo por ese instante varado en la nostalgia

torpe y discutido momento

en el que supusimos distinguir la vuelta a la realidad

de

la magia.

Nadie supo jamás cuán grande fue siendo

ese torpe y discutido momento.

Brindo por la cadencia equilibrada

por la rutina de un alma errante

por la reiteración

por la consciencia, 

la aceptación,

la asunción incuestionable de la frustración imperturbable.

Brindo y brindas.

Aunque creas no tener motivos

pese a que pienses destruir el mundo conocido.

Brindas y brindo.

Retrocedo sobre mis pasos, 

vuelvo a Roma si es necesario,

a la Grecia clásica, a la contemporánea.

Analizo la estrategia de tu pequeña contienda

comprendo el límite,

asumo el pasado.

Jugando con la máquina de pensar

estrecho manos hábiles que no dispararán

pese al poder malabarista de la ubicuidad.

Observo el horizonte de una tarde cualquiera de la estación ausente...

Levanto mi última copa

y brindo.

Brindo, brindas, brindae.

Fuente: pinterest



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