¡QUÉ POCO TE DURA LA (J)(H)UE(R)(L)GA!



No, no lo siento.
No siento el deber vencido de las
cuentas pendientes,
ni las letras cambiantes...

Fuente imagen:
flickr
Autor: Fred One Lich








No siento, de sentirlo, digo...
no siento siquiera el poder del electro-elefante
buscando una salida,
en
la ciénaga de unos cuantos.















No, no siento la necesidad de debatirlo
a cuatro bandas.
Sobre todo si
la primera y las dos inclinadas a la derecha del padre son
la sinergia sumergida
en las mismas
concupiscencias divididas por
billetes extremos y orientados a
objetos.



Fuente imagen:
Tumblr
Autor: Tropicana Neck Brace



No, no siento ya
la nada acechando.
Más bien
cocinando un supuesto
cocido codicioso.
Una puesta a punto del
lápiz orejero del
carnicero obligado por
la sombra del lobo
allá en el campo santo tibetano.

No. No lo siento.












...

Fuente imagen:
skullinspiration.com 


Siquiera adormecido el cráneo,
que eso sí
sí lo siento.
Cerebro mentecato, centrado en
corroborar los puntos suspendidos
en recobrar el aliento para
echártelo en cara,
para descubrírtelo  entre(di)entes,
para finiquitar si es que se puede...
las deudas a base de letras a la espalda
caricias de competición o
el sonido de una llegada a tiempo.


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