ATAULFO y el límite de la lingüisticidad.



Un buen día, en el límite de la lingüisticidad, Ataulfo encontrábase. Obviedades de series matemáticas se dibujaban mientras paseaba por el parque pensando en números algebraicos, elementos y proporciones para su nuevo proyecto de trabajo.
Justo llegando a la única farola de que disponía el parque, se encontró a Luca, un viejo amigo de la infancia.

-Buenas tardes Tau, (así es cómo le llamaban cuando jugaban de chicos a las canicas).
-Buenas tardes Luca. ¿Cómo usted por esta parte de la ciudad?¡Hacia tanto tiempo que no nos veíamos!- interrogó y exclamó Ataulfo en riguroso orden.
-Pues he regresado para solucionar algunos asuntos.
-¿Pasó usted por casa a saludar a los parientes?
Fuente imagen: Flickr
Artista: Eugenia Loli
Título obra:Fire in the Hole

Ataulfo era vecino de los Padres de Luca, concretamente, vivía en el quinto piso de la misma finca. En el bajo primero había vivido siempre su amigo, de ahí que le sorprendiese verlo por la ciudad, no habiendo coincidido con él antes.

-Por casa yo pasé. No crea que no me ha costado, sabe usted que somos una familia muy grande. Todavía queda alguno, pero poco a poco les visitaré. Tengo que estar por aquí algunos días más.

-Y, a usted, ¿cómo le va la vida?
- Aquí, bregando con el pan todos los días.
-Pero, no sabía…-contestó Luca- que era usted panadero.
-Lo soy. Además especialista en ensaimadas.
-¿Ensaimadas?
-Sí. Mire, en este mismo momento, estoy investigando la producción en serie, de calidad, obviamente, a través del estudio de la proporcionalidad irracional que se obtiene en su diseño.
-¡Oh!-exclamó Luca sorprendido por aquella revelación. De repente, se sintió ufano de tener un amigo (de la infancia) panadero matemático. Y, ¿cree usted que las ensaimadas podrían obtener el beneplácito de sus clientes si usted las produce en serie? 
-No me lo había planteado, pero mi clientela siempre ha sido fiel a mis producciones, creo que podré venderlas todas. De hecho he realizado incluso un estudio de mercado exhaustivo utilizando las más sofisticadas técnicas de marketing, he realizado encuestas, publicitado en papel y cosas por el estilo.
-¿Antes de producirlas?
-Sí.
-¡Oh! Pero eso es muy arriesgado. ¿No cree?

-Querido Luca, ¡cómo se nota que no tiene usted conocimiento del mercado de la repostería! Mis clientes ha afirmado su deseo de comprar mis productos y así lo tengo constatado. Cuando quiera, pásese por la panadería y le enseñaré unos gráficos. Curiosamente, los gráficos son como las ensaimadas y eso, claramente,indica que debería producir en serie, ya lo verá. Pásese, pásese.

-Pues estaré encantado de hacerlo. Y, ¿dónde está su gran proyecto?
-Mire, entrando por la parte norte del pueblo, la gran avenida ¿recuerda que era allí dónde tomábamos nuestros granizados de limón?
-Sí, sí ¡oh, deliciosos!
-Pues, cuando la cruce, fíjese que hay una tienda de deportes. Justo al lado tengo mi negocio.
-Panadería tradicional…ya recuerdo… ¿Esa panadería no era de la señora Pilar? 
-¡Efectivamente amigo!
-Recuerdo que en el sótano, tenían el almacén de madera. ¿Sigue usted haciendo el pan de forma tradicional?
-No. Tengo un gran horno industrial que funciona de forma revolucionaria. 
-¿Cómo? Amigo mío, está usted hecho un gran inventor. Cuénteme…¡que me tiene en ascuas!
-Ya le contaré la parte técnica cuando venga a visitarme, pero el funcionamiento tiene relación con el aire comprimido.
-Muy interesante, entonces, en cuanto pueda le aviso.
-¿Sigue usted viviendo en casa de sus padres?
-No, ahora la casa es mía. Puede llamar al timbre cuando piense venir. 
-Y, ¿en qué número vive? No recuerdo.
-En el 1.618 piso 5º, en el botón sigue leyéndose Concepción Livio, no lo cambié.

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