El "UNO" VIDRIOSO DE ASTRACÁN


Una pócima convirtió mi cuerpo en vidrio
diseccionándolo por el jardín de Epicuro,
demostrando con ello
solo
los contrarios de tus rizos matemáticos incompletos.

El "uno", ubicado más allá de la esencia,
en el limbo de la potencia,
me identifica
en el solar imperturbable de la porfiria.

La espléndida piel de cordero
cuyo destino pervierte el sentido
es
ese propietario de todas las noches
es
estruendo urbanita,
racimos de uva-oro.

El filtro cervantino y novelesco
acabó haciendo gala de paseos en Astracán
contaminado por la misma luz,
reclamo indisoluble de lo nuestro.

¿Justifica eso la ataraxia del mundo habitable?
¿Son tus trovadores los que recogen
los pedazos de los restos que dejaste en el límite del bien?

Cuestiones incómodas (lo sé).
Preguntas que desprenden átomos anticipadores
prolepsis inquietantes que
buscan tu olor
debajo de las sábanas,
entre los espacios de una mente inquieta,
empuñando el látigo de la tinta a medias.

andhblog.co.uk  Autor: Ekta & Olimpia Zagnoli on Speed
Fuente imagen: tandhblog.co.uk
Autor: Ekta & Olimpia Zagnoli on Speed













































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