EL DÍA DEL POEMA NO



Si analizamos a fondo
la perversión del lenguaje
llegaremos a la conclusión inefable
de claudicar ante lo extensiblemente humano:
el día gramático de los circunloquios.

Otra conclusión inequívoca:
el perverso es el ser, el siendo, el sido.
Cualquier pronombre es
dedicación exclusiva de posibilidad dictada.

No existe perversión lingüística,
ni mística,
ni letrados extintos,
ni directores del botón decisivo
ni democracia del no,
ni día programático,
ni disturbios de la negación,
ni sepultura suficiente para dedicarle.



Fuente imagen: Jamie Reid





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