LA LLEGADA DE LAS TEORÍAS DEL TODO DE TAHÚRES INVISIBLES.


Encontré en mi camino trileros que pretendían hallar en
las (aparentes y cautas) apisonadoras
un refugio para sus quehaceres impúdicos.

En sus caras aparecían varias expresiones invisibles:
fantasmas de un pasado que se convertía en presente,
surcos en la piel, disfrazados de otros Augustos
amantes a tres bandas de las Cleopatras más esperanzadas.




Fuente imagen:  s39.photobucket.com
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Sus manos (jugadoras del despiste)
no supieron ver en las próximas generaciones
a otros músicos, roídos por el tiempo, el espacio y el lamento.
No supieron distinguir,
al camaleón del la iguana.
Y, fueron, culpables directos de miles de galaxias impenitentes,
fueron las "batidoras mariposas" caóticas reconocidas en un espejo.

Los tahúres aunque en apariencia,
creyeron ser amantes armónicos,
desgajaban con fino corte de maestro carnicero
las alhajas de nuestros bolsillos,
las amígdalas más cavernícolas,
los instintos de cirujanos expertos,
creyendo que,
los otros (los menos),
no podían volver a distinguir las dimensiones terrenales.



Creyeron que
el mito es el logos más preciado entre los zarrapastrosos
apostando a
pocos y muchos,
siendo,
los mismos,
encerrados en la nada.

Sus propuestas serán y seguirán siendo,
teorías del Todo...sin lugar ni crecimiento en otras dimensiones,
juegos sucios
sin posición correcta.
Catapultas en tierra de nadie con fin indefinido.






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