LA SOLUCIÓN A TUS LÁGRIMAS.


Que lo pare la ciencia,
que alce la mano exigiendo el cese.
Que grite seca,
encontrando el motivo suficiente,
la locura de ser.
La estancia vacía que dejaste,
las lágrimas que se derramaron
y no te dejaron beber,
aunque tuyas fuesen.

Que lo pare el horror ajeno
convirtiendo el estadio de otros
en superioridad vigente
en las estrellas.

Que los paren
que los distingan entre todos
y les acumulen viento en los bolsillos,
pasando un pulcro silbido de aviso
para navegantes.

Que los pare la ciencia
que el mar les engulla para no tener que verlo más.
Que encuentren el Necronomicón
y lo lean
y lo teman,
y lo encajen con un cerrojo entre las sábanas de los
que no crean ver en él
el futuro del mundo.

Boca callada. Fuente imagen: pinterest
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