ALEJANDRA Y MONTENEGRO. NO SABER DE NEGATIVAS Y EL RESULTADO IMPERFECTO DE UN COTRATO

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Domingo de madrugada. Las dos y media para ser exactos. Alejandra bailaba y bailaba sin mirar a nadie en medio de la pista del Direct to heaven haciendo muecas y disfrutando con sus amigas. De pronto sintió un pequeño mareo y decidió volver a la zona de butacas que tenía reservado el grupo para descansar y tomar algo. El sudor le corría por las sienes a gran velocidad. Claramente debía rehidratarse.
Se sentó exhausta. Sus amigos le pusieron delante un combinado.
-No lo he pedido- sonrió con sorna-¿Quién lo va a pagar?
-Ese- soltó guasón Luis señalando a Montenegro que se le acercaba de frente.
-¡Hostias, Montenegro!- exclamó derramando parte del sorbo que acababa de dar en la copa que el susodicho le había pagado.
-¿Has pensado ya en mi oferta?-preguntó directo.
-Lo cierto es que no demasiado.
-Es decir, que algo sí-siguió con suspicacia.
-No voy a mentirte. Algo pensé la otra noche. Je je- rió instintivamente recordando aquel monólogo en la estratosfera. Inmediatamente recobró la compostura- Esto...pero no lo tengo claro...me han hablado de ti.
-Imagino que bien no, por lo que intuyo en tus palabras.
-Exacto. No eres de fiar.
-Un ex novio, supongo-dedujo pasándose la mano lentamente por la nuca.
-Muy agudo ¡Doctor Livingstone!
-¡Cuándo comprenderán los hombres-exnovios que las cuestiones laborales son eso...cuestiones laborales! Es mi sino...-se encogió de hombros.

Fuente: behance.net
Se burlaba descaradamente de aquella indagación sobre su persona. Lo cierto es que hasta nueva orden, no le interesaba nada Alejandra, vamos, nada más allá que para hacerle ganar dinero con su faceta de artista. Sin embargo se tomaba con buen humor la fama de hombre telenovela que otros, se habían encargado de escribirle en la etiqueta que solemos tener colgada en el cuello, por la parte de detrás. ¿No ha habéis visto nunca? Pues eso. Todos arrastramos unas etiquetas que nos cuelgan de la parte trasera. De ahí que no haya que hacerles mucho caso.
La cuestión es que a Montenegro le interesaba ser el representante artístico de Alejandra, costase lo que costase. El resto de representados se encontraban atendidos, ubicados y trabajando en varios proyectos cada uno en esos momentos con lo que, disponía de tiempo para convencer a aquella jovencita de que se dejase llevar por el mundo del espectáculo para sacar todos, provechosos y lucrativos réditos de sus artes escénicas.

-Escucha Montenegro, mis inquietudes no van por las artes escénicas, pero, si me consigues alguna actuación con propuesta en firme para un año, es posible que considere comenzar una relación contractual contigo. De otra manera no podré dejar mi trabajo y llevarlo todo...no es factible en estos momentos. ¿Comprendes?

Ella, consciente de que aquella propuesta era descabellada sonreía a la espera de contestación. Si acaso, podría asegurarle alguna que otra audición en dos o tres meses. ¿Una propuesta en firme en el mundo artístico? No sólo es altamente improbable sino que directamente es imposible, pensó para quitárselo de encima y no tener que dar una negativa tajante. 
Todos somos conscientes de que ese tipo de tratos, que permiten vivir de facetas artístico-intelectuales se limitan y reservan a los altos cargos del panorama nacional, (tengan o no tengan talento, que oiga, el puesto también se hereda) como actores, humoristas, asesores políticos, directores de banca, escritores..., siguió elucubrando mirando la cara de concentración de Montenegro antes de contestarle.

-Hecho.
-¿Hecho?¿Qué quieres decir con "hecho"?- preguntó cruzando los brazos y levantando la ceja derecha.
-Pues que eso es lo que quieres, y eso es lo que conseguirás- Una última pregunta... ¿de cualquiera de tus facetas artísticas?

Alejandra sorprendida e incrédula a la vez le contestó:

-De cualquiera...
-Muy bien... pues...tenemos algo así como ¿un cotrato...?

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