DIÁLOGOS ABSURDOS. ENTREVISTA A PROFESIONAL DEL TUBÉRCULO


-Buenas tardes.
-Buenas tardes.
-Su nombre es...-dijo buscando entre los historiales profesionales apilados.
-Feliciano Solera.
-¡Éste!-agarró el currículo de susodicho- Muy bien Feliciano. ¿Por qué cree usted que debería darle el trabajo?
-Bueno...como bien indica mi historial, soy un profesional artesano del tratamiento manual de la patata.

El entrevistador lo miró colocándose las gafas en la punta de la nariz, creando una atmósfera expectante.

-Es usted consciente de que existen aparatos manuales y electrónicos que realizan su trabajo milimétricamente ¿verdad?

Feliciano miró al caballero entrevistador frunciendo el ceño.

-¿Entonces?-intervino-¿con qué finalidad me hace la entrevista?
-Tengo mis motivos- por favor- prosiga, prosiga.
-¿Qué prosiga?
-Sí... que me argumente que le necesito.
-Y ¿cómo quiere que haga eso si acaba de decirme que tiene usted robots de cocina que hacen mi trabajo?
-Piense, piense. Le doy unos segundos para reflexionar.
Fuente imagen: pinterest
Autor: Ester Imaz
Feliciano se encontró ante un gran dilema. ¿Cómo podía convencer a aquel señor de la necesidad de contratar un profesional del tubérculo como él, cuya dilatada trayectoria profesional venía avalada por más de quince años de experiencia pelando y cortando tubérculos?¡Ya lo tengo!, pensó sorprendiéndose a sí mismo.

-¿Ya?- preguntó el entrevistador subiendo las cejas con interés.
-Sí, sí, ya lo tengo.
-¿ Y bien?
-Pues debe usted contratarme, porque, además de cortar patatas con gran atino, rapidez y seguridad... Tenga en cuenta- interrumpió el discurso- que mi media está en 4 patatas por minuto, peladas y cortadas al estilo americano, tres por minuto al español y 2 minutos si el corte es exótico, sea este cual sea...,- continuó cogiendo aire- también soy el mejor plusmarca mundial de pelador profesional del tubérculo, como puede ver ahí...-señaló acercándose a la mesa- tanto de patata como de zanahorias, colinabos, nabos, chiribías, remolacha, apionabos y colirrábano, entre otros...-respiró- porque también lo soy del salsifies negro, pero eso no se usa mucho en la cocina autóctona, con lo cual...no tiene excesiva importancia.

-Oooooh!.-Exclamó el entrevistador- ¡Contratado, contratado! Mañana a las ocho aquí.

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