DESCONTROLANDO EL VIENTO, JUGANDO UN PUNTO A FAVOR II
Relato perteneciente por orden a la serie "La chica del tiempo":
La chica del tiempo 3
La chica del tiempo, el futuro estratégico y una sonrisa traductora de velocidades desconocidas 4
La chica del tiempo 5: contextualiza, por favor.
La chica del tiempo 6. Conductora novel I
La chica del tiempo 6. Conductora novel II
La chica del tiempo VI. Conductora novel III
La chica del tiempo. La diplomacia y las palabras clave.
La chica del tiempo. Corroboración de temores...
La chica del tiempo.Algo más que inmunidad diplomática y palabras clave.
Descontrolando el viento, jugando un punto a favor I
Descontrolando el viento, jugando un punto a favor II
Control del viento, solicitud aceptada y una mandíbula al suelo.
La chica del tiempo. Primer encargo oficial. África.
Relato perteneciente por orden a la serie "La chica del tiempo":
La chica del tiempo 3
La chica del tiempo, el futuro estratégico y una sonrisa traductora de velocidades desconocidas 4
La chica del tiempo 5: contextualiza, por favor.
La chica del tiempo 6. Conductora novel I
La chica del tiempo 6. Conductora novel II
La chica del tiempo VI. Conductora novel III
La chica del tiempo. La diplomacia y las palabras clave.
La chica del tiempo. Corroboración de temores...
La chica del tiempo.Algo más que inmunidad diplomática y palabras clave.
Descontrolando el viento, jugando un punto a favor I
Descontrolando el viento, jugando un punto a favor II
Control del viento, solicitud aceptada y una mandíbula al suelo.
La chica del tiempo. Primer encargo oficial. África.
La chica del tiempo, el futuro estratégico y una sonrisa traductora de velocidades desconocidas 4
La chica del tiempo 5: contextualiza, por favor.
La chica del tiempo 6. Conductora novel I
La chica del tiempo 6. Conductora novel II
La chica del tiempo VI. Conductora novel III
La chica del tiempo. La diplomacia y las palabras clave.
La chica del tiempo. Corroboración de temores...
La chica del tiempo.Algo más que inmunidad diplomática y palabras clave.
Descontrolando el viento, jugando un punto a favor I
Descontrolando el viento, jugando un punto a favor II
Control del viento, solicitud aceptada y una mandíbula al suelo.
La chica del tiempo. Primer encargo oficial. África.
-Llega tarde- le recriminó el secretario.
-Lo sé, y no debería decírselo, pero eso también juega a mi favor.
-¿Ah sí? Y ¿cómo juega a su favor?, si puede saberse-respondió airado.
-No, no puede saberse.
-Veo que es usted, un poco impertinente- soltó sin anestesia- además de la que ha provocado el viento que está arremolinando toda la basura de la ciudad en esta bonita avenida, ¿no?
-Efectivamente, soy arremolinadora e impertinente profesional. Puedo deducir que se ha estudiado a la perfección mi historial vital- contestó mirando con cautela pasiva a Pablo- por lo que la inversión en investigación y desarrollo no se ha echado a perder.
Fuente imagen:cuded.com Autor: Cristina Otero |
-Ejem...hola, me presento. Soy Mario, marido de Lucía.
El asistente personal del presidente, que sólo quería hablar con aquella mujer, decidió saludar con cortesía alargando la mano rápidamente para deshacerse de aquel momento incómodo. Sin embargo fue aquel instante el que rompió el mal inicio de la sesión.
-Discúlpenos, Don Pablo-prosiguió Mario tomando asiento en la mesa- es que estamos un poco nerviosos. Lucía no se esperaba este despliegue de medios de seguridad, ni yo tampoco. Pensábamos que iba usted a camuflar, digámoslo finamente..., un poco a su personal. Tenga en cuenta que esta cafetería es de la familia y aquí nos conocen prácticamente todos los clientes. Esto para nosotros, entiéndalo es un poco...como decirlo...¿violento?
El enviado del gobierno observó en profundidad el local. Efectivamente, todos los presentes lanzaban miradas furtivas que les apuntaban directamente a ellos. Por un solo instante se sintió actor principal de una representación teatral y comprendió la incomodidad de sus entrevistados. Con un par de gestos de su cabeza, los agentes salieron de allí sin intercambio de palabra alguna.
Una vez a solas, el trío de interesados descargó la mochila de la incertidumbre y Lucía pudo sentarse sin ojos que la incomodaran.
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